La prueba de alcohol en aliento ofrece una detección rápida y semicuantitativa del alcohol en el aire exhalado, indicando la concentración de alcohol en sangre (BAC) con cortes de 0,02% a 0,10%. Basada en una reacción química, el alcohol interactúa con los cristales de la prueba, generando un cambio de color proporcional al nivel de alcohol presente.